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EL MANEJO DE LA DUCHA EN PERSONAS CON DEMENCIA.

Actualizado: 13 nov 2024

El momento de la ducha puede convertirse en un desafío significativo para muchos cuidadores que apoyan a personas con demencia. La resistencia o negación a ducharse a menudo proviene de la confusión o el miedo que siente el paciente ante el agua o el proceso en sí. Sin embargo, con algunas estrategias adecuadas, podemos facilitar este momento y convertirlo en una experiencia más positiva y segura.



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Estrategias para Evitar la Negación del Paciente:

  • Crear un ambiente relajante:

    Asegúrese de que el baño esté cálido y acogedor. Utilice luces suaves y música tranquila para ayudar a calmar a la persona antes de la ducha.

  • Comunicación Clara y Sencilla:

    • Explica el proceso de manera simple y calmada. Usa un lenguaje que sea fácil de entender y evita la sobrecarga de información.

  • Involucrar al Paciente:

    • Permite que el paciente participe en la decisión. Pregunta si prefieres ducharte por la mañana o por la tarde, o si te gustaría elegir el jabón o la esponja.

  • Utilizar sillas de ducha:

    • Considere el uso de sillas de ducha o bancos de baño. Esto no solo proporciona seguridad, sino que también puede ayudar al paciente a sentirse más cómodo y seguro durante el proceso.

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  • Establecer rutinas:

    Las rutinas proporcionan una sensación de seguridad. Intente establecer un horario regular para las duchas, de manera que el paciente sepa qué esperar.

  • Utilizar distracciones:

    • Ofrece un objeto familiar, como un juguete o una foto, para que el paciente se acerque en ello mientras se ducha. Esto puede ayudar a desviar su atención del proceso.

  • Validación emocional:

    • Escucha y valida los sentimientos del paciente. Si expresa miedo o resistencia, dile que es normal sentirse así y que estás allí para ayudarte.

  • Proporcionar Elogios:

    • Después de la ducha, elogia al paciente por su cooperación. Refuerza positivamente su comportamiento, lo que puede hacer que esté más dispuesto a participar en el futuro.


Recuerda que cada persona es única y puede requerir un enfoque diferente. La paciencia y la empatía son claves en este proceso. Al implementar estas estrategias, puedes transformar la hora de la ducha en un momento más fácil y satisfactorio tanto para el cuidador como para la persona a su carga.

¡Gracias por tu dedicación y esfuerzo en el cuidado de nuestros seres queridos!





















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